Hoy fue un día donde intercambie palabras con una joven muy especial que tuve la oportunidad de conocer en nuestra comunidad de Beloved. Durante nuestra conversación se manifestó en varias ocasiones la necesidad de las relaciones y lo mucho que estas pueden alejarnos del propósito de Dios cuando no son las correctas. La realidad es que las relaciones son importantes, rodearnos de diferentes personalidades, puntos de vista, atenciones. Pero, que sucede cuando ese circulo de amigos no nos aman por quienes somos, sino que están presentes en nuestra vida solo con el propósito de obtener algo de nosotros y una vez su objetivo es logrado deciden ausentarse de nuestras vidas. En muchas ocasiones, caemos en la trampa de dejar de ser nosotras mismas con tal de agradarlos. Es en este punto de partida donde accedemos a borrar nuestra esencia para convertirnos en quienes nunca imaginamos.
¿Has estado en lugares donde no quieres estar y escuchas esa voz en tu interior que te dice no perteneces a este lugar? Por mucho tiempo en mi vida me rodee de personas increíbles, las cuales admiraba demasiado y les entregué mi lealtad, vivieron en mi casa, se sentaron a comer en mi mesa y cuando tenían alguna necesidad corría para socorrerlos. Siempre atenta a cada detalle de nuestra relación. Pero, siempre llegaba ese momento donde comenzaban a cambiar y se alejaban sin ningún motivo o razón, esto para mí era muy doloroso y me hacía cuestionarme ¿Qué hice mal? ¿No entregué lo suficiente en esta amistad? ¿Me faltó mejorar algo en mí para ser de su agrado?. Preguntas que hacen auto-evaluarnos y no hay nada mal en ello. El problema está cuando te sientes que debiste haber cambiado algo en ti, parte de tu esencia y de tu personalidad para retenerlos.
Los que me conocen saben que soy sumamente espontánea, me emociono al ver a alguien que por mucho tiempo no he visto, ya me ha sucedido en varias ocasiones con personas que fueron importantes en mi vida, me las encuentro en algún lugar me emociono demasiado al verlas las saludo con mucho cariño y su respuesta es una no muy agradable. Seré honesta me he sentido triste al no recibir la misma respuesta. En ese momento comienzo a recordar los momentos que vivimos, las risas, el cariño y me pregunto ¿Cuándo cambio todo?, ¿Por qué tanta frialdad? y pienso ya no reaccionaré igual, cuando me vuelva a suceder responderé con la misma frialdad. Y ¿Sabes qué? No, no cambiaré de ser tan genuina, tan real y espontánea por no recibir lo esperado. En la vida no siempre vamos a recibir de vuelta lo bueno que damos, lo importante es nunca dejar de ser de bendición a otros. Así que continúa sonriendo alto, continúa amando, continúa siendo leal. Al final sabrás que lo que siempre entregas es bueno, y cuando esas personas ya no estén, recordarán que siempre les mostraste amor, cuando ellos no supieron devolverte una sonrisa. La enseñanza que le estarás transmitiendo es el amor de Jesús en su máxima expresión.
La vida es como un tren hay paradas que tendrás que hacer en el camino donde se bajaran aquellas personas que ya no están bajo tu misma visión. Personas que fueron de bendición en un momento específico de tu vida, pero ahora no serán parte del recorrido y del plan final que Dios tiene para tu vida. Que bueno saber que las personas que Dios pondrá en tu camino será un lugar donde podrás descansar, donde podrás ser tu misma, sin miedo al que dirán. Comprenderán tus momentos débiles y tus momentos fuertes. Te amarán por quien eres, te corregirán con amor, y en el proceso más difícil de tu vida estarán contigo. Es lindo ser parte de conversaciones que edifican, provocan crecimiento y sanan el alma, de lugares como estos vamos a rodearnos. De amistades como estas vamos a abrirle paso, ya que lo único que provocarán en tu vida es bendición.
Me alegra saber que las experiencias del pasado no cerraron mi corazón a amar, sino que ahora amo más fuerte, soy más empática, más amable, más leal. También he aprendido amar a las personas por quienes son sin cambiarle nada, simplemente a verlas como Dios las ve. Permanecer en lugares que te reten, que provoquen crecimiento en tu vida, solo se logra con relaciones maduras, que su único objetivo es cuidar tu corazón y amarte en toda tu esencia.
Hoy quiero dedicar este escrito a cada uno de ustedes quienes fueron parte de mi vida en algún momento y ahora no están, quiero decirles que les amo y me enseñaron mucho en este caminar llamado vida. Gracias por regalarme momentos inolvidables, porque son esos los que quiero recordar por siempre y nada más. Pero hoy también, agradezco a Dios por las personas que se han cruzado en mi camino de forma inesperada y me Aman Por Quien Soy, que me hacen crecer y me han permitido ser parte de ustedes en todas mis facetas sin cambiar nada de mí.
El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo;
Y amigo hay más unido que un hermano.
Proverbios 18:24
Muéstrate amigo y te rodearás de una familia.